LIBROS

Sinopsis de la obra de Juan Carlos Vásquez

«La puerta de otra dimensión se puede abrir cuando la distancia entre lo que uno debe sentir y lo que uno realmente siente rasga un agujero en la tela" (de "El lugar de los caminos muertos"). William Burroughs».



Crónicas por Barcelona
Araña Editorial
ISBN: 9788412869125
Valencia, España
A la venta en octubre de 2024.
© Juan Carlos Vásquez


Vásquez nos sumerge en un universo donde la cotidianidad se transforma en una auténtica odisea urbana. A través de las noches en Montjuïc y El Born, de la implacable violencia del Raval, de los caminantes sin rumbo y las  chicas de la Carrer d'En Robador, se despliega un paisaje vibrante y, a menudo, trágico. En este escenario, la vida late con una intensidad febril, revelando las complejidades y contradicciones de la existencia en la ciudad. Gerard Basté.


 Vulnerables (Amazon Media
EU S.à r.l.. Versión
Kindle, 2019. ASIN:
B081TN5LDF.). Ed. Filatel.
© Juan Carlos Vásquez


En una obra escrita en años tan distantes, estados alterados y omnipresentes, toda selección tiene que ser en alguna medida arbitraria. En estos textos los protagonistas se quejan sin parar. En el comienzo, se ayudan con «sueños, alcohol y elementos psicoactivos» y, al cabo de un tiempo, descubren la panacea en un deseo experimental (e imaginario) llamado «contemplación». Textos cortos y largos, rescatados bajo el subsuelo de muchas ciudades. Vásquez en su vertiente satírica registra antihéroes enfermizos y asqueados [él mismo]. En ese sentido, lo cierto es que no se ahorra detalles, por ejemplo, al relatar sus expediciones, aunque su deseo de «hibernar» en un lapso no tan lejano, no es gratuito, es una «reiniciación» necesaria, cuestión de supervivencia. El planteamiento subconsciente constituye uno de los placeres de leer a este autor, estriba en el tono con que aborda su material. Juan C. Vásquez quiere a toda costa cargarse al mundo de la cotidianeidad y a cualquier forma de exitismo popular. Un «dramatis personae» fabuloso.


Sobre el autor se ha dicho…

La voz lúcida de Juan Carlos Vázquez revela mundos oscuros y paisajes internos inquietantes con gran carga emotiva, siempre acompañada de humor, ironía y contemporaneidad. Su don reside en acercarnos a la verdad de estos mundos con relatos excepcionales de amplia gama de tonos y matices emocionales, lenguaje cuidado y lógica sin tregua. Susana Medina (escritora inglesa).

Como poeta, creo conocer cuándo un relato contiene el germen de la poesía, y este es el caso de "Tres días". Lo surreal, lo dark, son condimentos de algo mayor. Y si Orlando te ha vinculado a Cortázar, lo que es un buen síntoma para tu literatura, será porque aquel niño enorme que era Julio, y vos Juan Carlos, comparten el mismo encandilamiento creador ante la luz de todo cuanto es bello. Eduardo Espósito (poeta argentino).

En una narrativa continua, sin trabas gramaticales ni desvíos temáticos, con pausa breve y ritmo incesante, transita de lo sublime de la reconciliación de pareja a lo trágico de la separación forzosa: la muerte, desencadenada de una constante crisis de convivencia y contra convivencia. Entre el sarcasmo, la ironía y un prolongado suspenso se enfrenta a sí mismo, respecto a la crisis de idas y vueltas, de encuentros y desencuentros, cuestionando el sin sentido de la rutina, el egoísmo y transmitiendo cansancio, miedo y angustia. Gisela Morales. Periodista paceña. Sobrina del escritor Jaime Sáenz Guzmán, responsable de su archivo y derechos de autor.

 

El autor se burla de los personajes, del mundo, de si mismo por medio de una representación donde la tragedia es una sátira. Tanta alegría para acudir a la pendiente. El hombre y la mujer muriendo de costumbres, lugares donde el cielo y el infierno ya no existen, donde la repetición de los actos son el peor ejemplo de encadenamiento. Elisa Sánchez (escritora española).

El proceso de creación de este autor es péndulo entre vida y obra, el viaje, la muerte, y el abordaje psicológico de los personajes y sus extravíos constantes en la narrativa de Juan Carlos. Vasquez, son referencia ineludible a lo vivido. Relatos breves en extensión sobre la página, y de amplitud infinita en lo que está detrás de las palabras. Una escena en el cine es lo que ves, detrás de cámara, miles de sucesos se proyectan sin reflectores, para esa única escena que capta el ojo. El andar de las letras de Juan Carlos es el jadeo del perseguido, queriendo tomar el próximo vagón del metro. El que se resiste a la urgencia sin sentido de las grandes ciudades, pero sucumbe ante ellas, ante su telúrico ser, sediento de más. Wafi Salih (poeta y escritora venezolana).

 


EU S.à r.l.. ASIN:
B09V9618JC. Ed. Filatel.
© Juan Carlos Vásquez

Una poética del extrañamiento distingue estas obras del poeta Juan Carlos Vásquez, brindándonos caudalosamente una perspectiva nueva para contemplar la realidad -las realidades, deberíamos decir, ya que son múltiples e interactuantes- más allá de las pautas acostumbradas para la observación de los hechos, los personajes y las circunstancias. Sin embargo, el punto de vista del poeta no opera por alejamiento, situándose fuera del contexto que atraviesa con su mirada: lo que hace, por el contrario, es sumergirse plenamente en el medio que explora, atravesando las capas y los sustratos que lo componen, para relevar sus secciones y poner de manifiesto las particularidades de aquello que, en ocasiones, se ofrece como ficción siendo lo real y viceversa. En ese trabajo exploratorio, tan peligroso como fascinante, Juan Carlos Vásquez bucea sin brújulas, como queda tan expresamente señalado en su poema titulado “Extra Mundo”: Voy a sustituir mi realidad por un delirio”, esta alteración implicara dejar “muchas cosas de lado.” Es el momento de adelantarme “a mí mismo”, como si hubiera perdido el juicio, “será una apuesta difícil” y peligrosa que comienza hoy”. Un riesgo que le agradecemos que corra, aquellos que somos sus lectores. Luis Benítez (poeta, narrador, ensayista y dramaturgo argentino).


Activista de la cultura y de la poesía, Juan Carlos Vásquez, venezolano y afincado en Nueva York, nos ofrece la posibilidad de vivir la vida con las incertidumbres que esta conlleva y que forma parte de ese día a día, nos dice el poeta: “desenterrar el vacío, lanzarse,/ sentirse tan cerca a pesar de la distancia y jamás tocar fondo…”.La obra de Vasquez forma parte de diversas antologías internacionales. MONICA LÓPEZ BORDÓN (Columnista y Crítica Literaria y cultural del semanario Puerta de Madrid (Desde 2003 hasta 2017).

Avido por el naufragio, entre amenazas, lamentos e imprecaciones, el poeta elabora una "sustancia silenciosa", donde el yo es asistido por la contemplación de los lugares mas sensibles buscando la conjunción entre arte y vida. Su espíritu transita de la existencia al azar. Vivir es —para él— siempre caminar sobre la cuerda floja, desdoblarse ante innumerables miradas. En sus poemas están imbricados el amor y la fatalidad provocando un efecto profundo de lamentaciones. MANUEL PINTA (coordinador de la revista 'la Résonance').

 


EU S.à r.l... 
ASIN: B09VFMRLZK. 
Ed. Filatel. 
© Juan Carlos Vásquez

La aventura del autor a Nueva York ocupa el conjunto de textos autobiográficos titulado Ward's Island, el recorrido en los autobuses de Greyhound por los Estados Unidos, reducido al divertimento, al vicio, en una pequeña isla paralela a Manhattan. Un mundo plúmbeo y oscuro, dominado por fuerzas ciegas e impersonales, por el abuso, por la ley del más fuerte. Y a medida que discurre el tiempo se suceden los avatares de la fatalidad, de la miseria humana. Pero también encontramos a un protagonista, que a pesar de su precoz desencanto, lucha a su modo por sustraerse mediante una constante reflexión.

Ward's Island es el vívido relato del tiempo en que el autor pasó entre las mujeres y los hombres más violentos y dementes de la sociedad neoyorquina, un recorrido por los bajos fondos. Narra su primer contacto con la muerte. Describe una realidad que hasta ahora ha permanecido oculta, Vásquez da por primera vez un rostro humano a los olvidados, con una intermitencia que va develando desde su origen un destino impensado.


Tras el puente, un ambiente, casi clandestino, personas y grupos que viven en el vaivén, entre lo terrible y lo hermoso. Es refugio, escape, punto de partida y punto final para quienes lo habitan. 
No se necesita pretextos para salir de la razón y adentrarse en el mundo de lo posiblemente imposible. Un presente en el que la ida y el retorno preceden y desencadenan un conjunto de relatos. G. Morales.


Sobre Ward's island...

Ya en la mitad del siglo 19, tanto Randalls y las Islas Ward's, se convirtieron en el hogar de una variedad de servicios sociales, albergando un orfanato, casa pobre, cementerio de los pobres, el asilo "idiota", homeopática del hospital y la casa de reposo de la guerra civil de los veteranos, y también fue sede de la Cámara de Refugio de Nueva York, un reformatorio completado en 1854 para delincuentes juveniles o juveniles adjudicadas como vagabundos . Entre 1840 y 1930, Wards Island se utilizó para el entierro de cientos de miles de cuerpos trasladados de los cementerios de Madison Square y Bryant Park.

Se construyó El Refugio Estado Migrante, un hospital para los inmigrantes enfermos y sin recursos, que se abrió en 1847.
También se construyó un asilo para enfermos mentales, que abrió alrededor de 1863 «Manhattan Psychiatric Center». Con 4.400 pacientes, fue la institución psiquiátrica más grande en el mundo. El censo de 1920 señala que el hospital tenía un total de 6.045 pacientes. Más tarde se convirtió en el centro psiquiátrico de Manhattan; se reformó un centro de golf en 2008. 

El centro es también el hogar de la McEnroe John Academia de tenis y fue el hogar de los Sportimes Nueva York del mundo Team Tennis hasta que el equipo se trasladó a San Diego en 2014. Ward 's Island es una isla situada en el East River, en Nueva York. Es parte de Manhattan. Está unida por un puente ferroviario con Queens por el puente Hell Gate y enlazada a Randall 's Island por un pequeño espacio de tierra. Los viaductos que llevan a los puentes Robert F. Kennedy y Hellgate llegan a la isla desde Queens. A la isla se puede llegar por el puente Triborough; el puente de Wards Island, que sirve a los peatones y ciclistas, y conecta la isla con el Este de Harlem. Además cuenta con centros de desintoxicación para adictos, varios refugios para los sin techo y una depuradora de aguas del Departamento de Protección Medioambiental de Nueva York. «La ubicación del Ward 's Island Park ofrece vistas conmovedoras de Manhattan».

Los refugios de la isla fueron cerrados en los años ochenta debido a la violencia y a los múltiples asesinatos. La afluencia de expresidiarios, adictos, y miembros de las pandillas más peligrosas del mundo llevó a la intervención de los DHS «Department of Homeland Security». En el 2002 se cambiaron los protocolos de acceso y se instalaron cámaras de seguridad para restringir los accesos ilegales y la venta de alcohol y drogas. El posterior traslado de muchos de sus habitantes y la activación del proyecto de esparcimiento mediante la construcción de campos de golf, tenis, fútbol, áreas de esparcimiento de todo tipo han cambiado la marca demoníaca y oscura de la isla pero no su historia.



Crónicas(2024). 
EU S.à r.l... 
ASIN: B0D2JKC2L6
Ed. Filatel. 
© Juan Carlos Vásquez

La segunda edición de Ward's Island: "Isla Ward: el lado oculto de Nueva York/Ward's Island: The hidden side of New York (2024)" marca un hito al presentarse como una obra bilingüe, gracias a los talentosos traductores Milton Ordóñez y Carla Hughes. Esta vez, el relato autobiográfico se expande para revelar aún más detalles sobre la vida en los bajos fondos de la sociedad neoyorquina, todo ello presentado en dos idiomas (español/inglés), un trabajo arduo y dedicado de quienes han logrado capturar la esencia y el tono de la obra original.
Con esta nueva edición, el autor ofrece una mirada más profunda y completa de su experiencia.

Reflexiones nocturnas
y otras consideraciones...
EU S.à r.l... 
ASIN: B09WWZ5P3T. 
Ed. Filatel.
Consulta: jcvasquezf@gmail.com

El autor, a través del confinamiento y sus flexibilidades, mientras se incrementan las estadísticas de muerte, las vacunas y las contraindicaciones. A pesar de tantas dificultades y de no saber el significado real, detalla el comportamiento confuso de las personas, las informaciones cruzadas en los medios, quizá por ello se dedicó a observar. Desde sus pequeñas anécdotas cotidianas escribe procurando relacionar una serie de circunstancias, tratando de entender algo que pone en tela de juicio su cordura.
De la incertidumbre a la desesperación, pero no se complica con esas cosas; se detiene a reflexionar, reflexiones que no son siempre condescendientes con la ética, la escritura no respeta el orden estereotipado del sistema. La vida no es así, no todo el tiempo ocurren cosas excepcionales, nada original o esplendoroso puede resultar del peligro de seguir respirando.
Los pensamientos y la experiencia personal se unen a una serie de relatos que recorren códigos de supervivencia urbana y la ruptura de las normas, hasta la simplificación de sueños románticos y perturbadores.




Pedazos de familia

(Ediciones Estival) |
Colección Salamandra(2000).
ISBN 978-980-328.
© Juan Carlos Vásquez

Hemos dejado de hablar. El aburrimiento ha empezado. Las breves apariciones solo funcionan como presunción. El pasar de los años ha traído consigo una nueva realidad que comienza a representarse con los cambios físicos y mentales. El periodo de la meditación y el arrepentimiento para unos, el de la soberbia y la superficialidad más absoluta para otros. Sin palabras, evadimos cruzarnos, no hay tiempos para charlas ni recordatorios. La muerte empieza a ser protagonista en los más allegados, los diagnósticos médicos no son favorables, la edad es una moderadora. Muchos cambian sus hábitos y hasta sus costumbres sintiéndose más cercanos a otras culturas que a la suya. Repaso cuántos han desaparecido sin dejar testimonio. La sumisión a ritmo lento hace considerar los problemas y a tratar de penetrar en el secreto de lo invisible. Escondemos los sobresaltos, las bajezas con un manto de responsabilidad moral que se trasplantará a los otros con su ejemplo. Estamos serios, con nuestras épocas en las espaldas, observando cómo cambian los espacios, cómo se construye la desolación y la apatía de la edad con un ritmo acelerado. Veintidós años después.